Queridos hermanos tengan ustedes un feliz día en el Señor, hoy vamos a reflexionar sobre el amor al prójimo, ¿quién es el prójimo? Mi prójimo viene siendo todas las personas del mundo, pero de manera especial los más cercanos, mi prójimo es mi esposo, mi esposa, mis hijos, los suegros, los parientes, los amigos, los vecinos, los de mi pueblo, los del pueblo de junto, mis compañeros de trabajo, mis empleados, mi jefe.
Tu eres mi prójimo y yo soy tu prójimo, mi prójimo es también, los que no me caen bien, los que me han hecho alguna maldad, los que hablan mal de mi.
Querido hermano y hermana hoy más que nunca, es imperativo en medio de tanto egoísmo en que nos movemos: amar al que está junto, al más cercano, al que está próximo a nosotros, al prójimo.
El amor al prójimoy el desamor
El mundo actual está tan acostumbrado a hacer mal al prójimo, que ya nadie lo advierte; hay acciones simples que ya no se miran como maldad, hoy en día el mundo nos presenta las cosas malas como si fuesen buenas, como si fuesen normales, hoy se ve a un hombre vestido de mujer, y no pasa nada, es tan normal ver estas cosas, el mal se mira como si fuera bien y todos dicen: "es lo normal"..., quiero mencionar que de ninguna manera estoy en contra de hermanos con preferencias homosexuales, el amor al prójimo debe reflejarse también a ellos, pues ellos también son nuestro prójimo.
Recordemos hermanos que Dios ama al pecador arrepentido, y espera que no pequemos deliberadamente, Dios aborrece el pecado. Entonces lo normal sería que todos nos amáramos y que nadie hiciera mal al prójimo, este es el verdadero amor al prójimo, lamentablemente esta sociedad se ha deshumanizado y el trato suele ser cruel e intolerante.
Amor al prójimo |
Como hijos de Dios debemos y estamos obligados a amar a todos, incluso a los que nos ofenden. ¿Por qué si ya somos cristianos nos cuesta tanto amar? ¿Hasta cuando vamos a entender que sin amor no es posible el cristianismo? ¿Por qué le damos tantas vueltas, si el principio y el término de la vida es simplemente amor? Quizás porque no se ha entendido el concepto en su forma cabal o integral.
Amados hermanos, sabemos muy bien que es amarnos a nosotros mismos, pero desconocemos los conceptos de amor y prójimo, porque de entenderlos, este mundo ya sería cristiano.
El amor al prójimo, se confunde con la amistad, el afecto, la simpatía, el cariño, el aprecio, el compañerismo, la relación, la afinidad, todos estos sentimientos son similares al amor pero en el fondo son diferentes.
El amor al prójimo es una disposición del alma que nace de la inclinación por ayudar y asistir a los demás, sin esperar nada a cambio; es una disposición interna de desprenderse de algo propio en favor de otros; es una inspiración profunda que lleva a considerar a los demás como superiores a uno mismo; es una vocación por hacer favores a todos los que nos rodean y servirles con entusiasmo.
1Juan 4:7-8: Queridos míos, amémonos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama no ha conocido a Dios, pues Dios es amor.
El que ama, compadece, disculpa, apoya, condesciende, perdona y olvida; en cambio el que no ama, vive enfadado, resentido, triste y amargado. Siempre es más sencillo amar, pero como no nos fue enseñado como concepto, ha sido preciso abrir la Biblia para aprender y poder actuar el amor.
Hoy, como cristianos, conociendo al que nos amó primero y entendiendo su Palabra, debemos saber que no hay excusa para confundir el amor con ningún otro sentimiento.
Te invito a practicar lo que el divino maestro nos enseñó, amar al prójimo, así con Él nos amo.
Con todo mi afecto.
Hno. Victor
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